La vida más fácil

La camisa blanca es un básico en cualquier armario, y un comodín a la hora de vestir. Te damos varios consejos para sacarle el máximo partido y seguir las tendencias actuales. Sólo tienes que saber combinar con pocas prendas, por lo que tendrás un armario renovado por poco dinero.

Todas tenemos una camisa blanca en nuestro armario, y las que no la tengan, ¡deberían! Es un básico que sienta bien a todas, da igual tu color de pelo o el tono de tu piel.

¿Por qué tiene que ser blanca?

Podríamos haber elegido cualquier otro color. El blanco es el color más fácil de combinar, va bien con casi toda la gama cromática, cosa que no ocurre con muchos colores.

Mejor de calidad.

Ya que va a ser una prenda que vamos a dar mucho uso, lo ideal es que sea de buena calidad. Si es posible, lo mejor es que sea de algodón, transpirará mejor y no olerá mal. Además, piensa que es una inversión que haces, va a ser una prenda que te acompañará mucho tiempo.

Lo ideal es que sea con la menor cantidad de adornos, así nos aseguraremos de que podemos añadir los accesorios que queramos y que combinen bien.

¿Cómo la usamos?

Las combinaciones son infinitas:

• Con unos pantalones cortos vaqueros y zapatos Oxford si buscas un look informal.

• Con una falda de estampado llamativo, le darás protagonismo a la falda y no parecerás disfrazada.

• Unos leggings de cuero y la camisa blanca.

• Siempre es bonito y favorecedor el contraste entre blanco y negro. Elige unos pantalones o falda negra para resaltarla, además, conseguirás disimular caderas anchas si es tu problema.

Lo mejor es que pruebes con diferentes prendas y accesorios que tengas en tu armario y veas cuál te gusta más. Un truco para acordarte de las mejores es tomarte una foto de las distintas combinaciones, así siempre irás sobre seguro.